La realidad de una obra es la triple relación que se establece entre la cosa en sí,
el pintor que la produjo y quien la contempla[1]
PIERRE SOULAGES.
La construcción de un sello personal en
el lenguaje pictórico, se adquiere de una conciencia: la que otorga el poder de la observación y los
nexos que se sostienen con el pensamiento, su lucidez desvelará la intensidad
de sus cortezas más ambiguas; al mirarse en el reflejo del estímulo, dará pie a
la materialización de la idea, ya retroalimentada de toda una gama de
flujos que el artista se proporcione, pues en la savia de la inspiración lo que
se revela es un repertorio: los elementos plásticos constantes, detonantes de
una postura crítica en relación al entorno, al arte, a la sociedad y a lo inmanente a ella. Conciencia y pensamiento
aclaran las intenciones que se conjugan con los dispositivos técnicos,
vehículos de la contemplación para ejercer el análisis de la imagen, la propia
imagen que el autor quiere para comprender la ebullición del mundo, el propio
ir y venir de la autoconciencia.
El eje principal por el
que el pintor Juan Cházaro García (Villahermosa, 1973) atraviesa en su proceso
artístico, es la factura de la imagen, cómo se decanta en su principio estético
para entrometernos a una mística depurada, una verdad envuelta por la capa
matérica, por ese lodo sustancial con que se cubre “esa superficie histórica y
enfermizamente plana”[2], –en
palabras del artista–. En este sentido la obra, que ya ha elegido ser pintura,
usa las referencias de una tradición pictórica, que va de la reminiscencia
romántica del paisaje hasta la ruptura generacional del arte moderno y
contemporáneo: de William Turner a David Alfaro Siqueiros y Pierre Soulages como referentes visuales, pues retoma técnicas como el óleo, el collage, la
aplicación de empastes y la dispersión acrílica sobre grandes soportes de
madera; lo importante para el autor es el modo de ejecución de la pintura que
se relaciona con un pasado por el aspecto físico y, con un presente por el
aspecto temático.
Juan Cházaro. |
La capacidad de
invención es latente, el autor interviene sus soportes con una carga
relacional, si bien matérica también alusiva a narraciones críticas que lo
llevan a plantearse objetivos, indagaciones congruentes con las problemáticas
actuales, con una visión que hace posible la estética que lo rige a pintar; sí,
a pintar con la conciencia del ser obsesivo, reflexivo en su propósito. Arte y
razón comparten en un mismo impulso la idea insistente que habrá de gobernar en
la obra; no siempre la emoción se prepondera, no todo el arte es irracional y
desbocado, existe por demás un punto de intersección entre razón y emoción,
esto lo ha llevado a plantearse una serie de cuadros conducidos por un hilo temático:
la geografía, los mapas conceptuales, el paisaje aéreo y la materia abundante
con la que pinta para recrear la forma de la tierra, siendo la sobreabundancia
el factor que habita esta génesis pictórica.
Refugiados. Estrecho Bering. |
Refugiados II. |
Su obra se debate entre
figuración y abstracción, entre magnitud y pequeñez, siempre circundando su idea
de figuración con elementos minimizados que harán el papel de complementos
secundarios; la magnitud se percibe en la atmósfera, el fondo, las capas de
color, unas sobre otras a manera de intrincadas malformaciones texturales, lo
mínimo siempre será un personaje, un objeto, que en el sentido de la narrativa
hará la labor de contrapunto. Toda esa esquematización para representar el
contexto circunstancial en que se procesan ciertos eventos; un fondo, es una
gran masa de materia en estancamiento, en relación a objetos que precisan no
quedar ahogados bajo el peso de la materia-caos.
La pieza Proyectos cívicos, es en suma una
metáfora lograda: se basa en la idea de la devastación acaecida en el continente
americano, es así que varios nombres de artistas latinoamericanos estás
representados conceptualmente bajo escombros, un limpiavidrios sirve para
despejar, apartar lo reversible de un buen segmento de materia corrosiva: un pantano
de color-materia no desbordada al azar, porque aquí se precisa darle forma a lo
que el capricho de la naturaleza recrea en la constante dinámica del movimiento
y la destrucción.
Proyectos cívicos (The disclosed valley). |
Existe una mirada
preocupada en abarcarlo todo, una mirada que se estaciona en esas cortezas de
materia para llevarlas al pretexto del cuadro. Existen también rasgos de una
pintura acontecida en la pincelada robusta, directa, pero razonada en
concordancia a una fuerza constructiva, contraponiéndose a la idea del fenómeno
destructivo de la naturaleza que se percibe como primicia básica de la revelación.
Existe también en su obra la constante de ver el mundo por fuera, como un
asunto paralelo a entablar la demanda que el caos genera a su paso. Sus asuntos
no reflejan afectaciones emocionales autobiográficas, –en un juicio personal–,
su arte no es sinónimo de esa afectación emocional muy revisitada en la
Historia de la pintura, del Arte en general. Juan Cházaro representa al artista
científico que va ensayando fórmulas en la maduración de un discurso efectivo,
un artista que se arma de las pautas de la investigación: arte-ciencia en la
discursiva siempre audaz del acto creativo, a Cházaro le interesa el flujo de
lo racional siempre con la dirección hacia lo que le preocupa: “la posibilidad
matérica que puede adoptar la imagen, esta posibilidad siempre guía el
resultado final, le da cauce y le proporciona múltiples posibilidades”[3].
Hay en su obra una capacidad de asombro: la misma que lo traslada a una infancia
llena de cuestionamientos, el desprendimiento en capas de la tierra suscita una
fijación por lo moldeable de su actividad plástica. En esta idea de los mapas
surge la noción de alejamiento, provista también de lo contrario, como una
pieza de dos vistas: por un lado, el alejamiento producido en la manera de
contemplar el paisaje aéreo y por otro, ese close
up que obliga al detalle de los planos y empastes sobretratados de la
pintura; alejarse, acercarse concuerdan con la dinámica de analizar el universo.
Ultima carta para el Instituto Nacional de Geología (The disclosed valley). |
(Texto de sala. Exposición
“Pinturas” de Juan Cházaro. Galería Universitaria Ramón Alva de la Canal,
Universidad Veracruzana. Agosto de 2011)
Texto y foto de autor: Víctor Argüelles
Fotos de obra: Juan Cházaro
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