Cuándo será que llegue,
omnipresente, insalvable
oteando su túnica de aire
en caudales de ríos y quimeras
humo división del espacio.
Vendrá con ojo ciego,
abrirá alas del párpado
como insecto de luz
y lumínico sostendrá signos
desfasados del espejo.
Tendrá la estructura imponente,
y derretirá en su lengua
la poesía quemante,
arrasará predios de negrura;
ya visto así
será fantasma
emulando palabras encima de la imagen
sonriente de la hora solar.
Será impostergable enmendar
otros días
de escaleras conduciendo al olvido.
Sólo quedará abrir ojos como puertas
para dejar pasar la luz indescifrable.