...
pongo mi idea a un minuto en el microondas
tiempo breve en que cabemos mil sonidos,
los tuyos y los míos
un límite se traspasa por mil flechas eléctricas
que calcinan y maduran, este retoño de palabras
su ruido desfila
tiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
crece lento
tiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
se vuelca en sí mismo
tiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
aspirando
tiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
existiendo
tiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii
lanzándose
al mar de una causa
advierte
avisa
presagia.
Desde su punto inicial pretendió ser sólo eco,
llamado en la consciencia de mi prisa, final…
un recorrido por la vena interna, un sonido pariente
del hervidero mundanal que atraviesa las ventanas
la idea en una taza de café.
café disuelto en un sonido de poema sin membrete.
No hay comentarios:
Publicar un comentario