viernes, 22 de abril de 2016

SELLO VEGETAL

Ilustración: Víctor Argüelles


Por hospedar la imagen me sumerjo.
Palpito en el trance de líquenes
que en su recorrido a la cima
han marcado un sello vegetal
en los brazos del árbol.

Un tatuaje como rúbrica de musgo.

La tierra tiene en su centro
un corazón perforado.
Tiembla en onda suave
si no emite su rugir de viento.

La humedad entró, sembró semillas
que retornaron la vida
de la flor seca en su abandono.

Mira: es una alfombra
que recibe a hojas sueltas, caídas,
como salpicadas
de una tinta fresca desde arriba.

¿Quién deja escurrir la lluvia
desde una altura desmedida?

Granizada de colores
que matizan el césped
como un cuadro iluminado.

Acción de pintadera en la hoja.
Acción de transpirar en la pintura.

Publicado en Revista Nocturnario, N. 8, enero-marzo de 2015.

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