sábado, 30 de mayo de 2015

José Carlos Becerra, a 45 años de ausencia

“Un árbol ganado por la memoria”

Por Víctor Argüelles



El pasado 28 de mayo en la librería universitaria de la UJAT de Villahermosa, Tabasco, se llevó a cabo el homenaje al poeta José Carlos Becerra a 45 años de ausencia titulado “Un árbol ganado por la memoria” en clara alusión a un verso del poema “Blues”: “Suena en mi pecho el mundo/ como un árbol ganado por el viento”[1]. Hermoso epígrafe para un evento organizado de manera independiente que, coincidiendo con el cierre del homenaje “HabLa Palabra. Encuentro de Literatura y Traducción José Carlos Becerra” en el Instituto Juárez de la misma casa de estudios recordó a un poeta notable de la literatura mexicana de la segunda mitad del siglo XX a quien  ̶ por cierto ̶  le falta la justa recepción crítica de nuestro tiempo.

Homenaje al poeta José Carlos Becerra.


Cabe reconocer la labor de Paulo Jonathan Estrada quien organizó y moderó las distintas participaciones de colegas escritores y lectores de la obra de Becerra, así como la ponencia “El artificio del verbo en una poética de la desolación” de un servidor. Debo mencionar que mi visita tuvo el claro propósito de compartir lo que a la fecha ha resultado de un proyecto de investigación que se cifró en la interpretación del poema “El azar de las perforaciones” en términos de los vasos comunicantes que mantienen la poesía y la pintura. Igualmente reconozco la atención del público con quien sostuve un diálogo interesante en relación a los distintos tópicos reconocidos en la poética de Becerra.
De las participaciones igualmente destaca la charla “Becerra, encuentro con Atenas” de Miguel Córdova, plática amena en torno al viaje emprendido por éste a Grecia, que registra en fotos y epígrafes poéticos. Córdova movido por una inquietud personal siguió la ruta que emprendiera Becerra en mayo de 1970, y que no culminaría, justo por el accidente en Brindisi, Italia. La meta de Córdova se vio culminada en Atenas, donde compartió algunos ejemplares de La hora y el sitio El otoño recorre las islas en la Biblioteca de esa ciudad.

Cartel de la ponencia de Víctor Argüelles.

Miguel Córdova en su ponencia.
Igual de interesante fue la propuesta de Carlos Ulín al apropiarse del poema “Batman” para referir su admiración. Finalmente Jonathan Estrada dio lectura a un fragmento del mencionado poema en versión original en una suerte de simulación espontánea, reconociendo la falta de “artificios” para concretar su acción: “Llamando, llamando, llamando./ Llamando desde el radio portátil oculto en cualquier parte,/ Llamando al sueño con métodos ciertamente sofocantes, con artificios inútilmente reales […]”[2]
El acto se llevó sin contratiempos dando cuenta que cada vez somos más los lectores de Becerra, desde generaciones maduras hasta jóvenes. Desde aquí expreso mi agradecimiento a Jonathan Estrada, a Rubí Pérez, al Colectivo Ceiba Andante y a los que integran la organización de la librería de la UJAT quienes me dieron una atención insuperable, igual va mi agradecimiento a Miguel Córdova por compartir el libro La hora y el sitio editado por el Gobierno de Estado de Tabasco en 2006 y del cual reproduzco su carátula.
¡Enhorabuena por la poesía de José Carlos Becerra!

Edición 2006, Tabasco.





[1] José Carlos Becerra, La hora y el sitio, Gobierno del Estado de Tabasco, 2006. p. 17.
[2] José Carlos Becerra, El otoño recorre las islas, Era, México, 1973, p. 173-174. 


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